La salida no autorizada o la deambulación de personas con deterioro cognitivo es un riesgo recurrente en residencias y centros de día.
Un sistema de control de errantes facilita la localización inmediata, evita fugas y minimiza situaciones de peligro para la persona y el resto del centro.
Más allá del aspecto tecnológico, se trata de proteger la autonomía del usuario sin renunciar a su seguridad y a la tranquilidad del equipo y de las familias.
Un control de errantes es una solución integrada que combina dispositivos inteligentes como tags, pulseras o tarjetas, con controladores y antenas ubicados en accesos o zonas críticas.
Cuando un tag detecta que el usuario se aproxima a una zona restringida, como por ejemplo una puerta de salida, el sistema genera avisos en tiempo real (acústicos, visuales o mediante notificación móvil) y puede activar el bloqueo temporal de puertas.
Además, los sistemas permiten la localización en plano y el registro de eventos, lo que facilita el seguimiento y la mejora de los protocolos de seguridad.
Dos tecnologías, una sola finalidad
Existen dos enfoques tecnológicos para controlar la movilidad de quienes tienen riesgo de fuga: Bluetooth Low Energy (BLE) y Radiofrecuencia (RF). Ambas cumplen la misma misión evitar salidas no autorizadas y localizar usuarios pero se adaptan a diferentes necesidades del entorno.
Errantes BLE (Bluetooth Low Energy)
Basado en tags inalámbricos y antenas Bluetooth que se comunican entre sí.
Permite localización en tiempo real sobre plano y alertas directas al personal.
Es versátil y de fácil instalación, sin necesidad de obras ni cableado.
Los tags son resistentes al agua IP67 y de diseño discreto, tipo pulsera o smartwatch.
Ideal cuando se busca movilidad, trazabilidad y control total en interiores.
Errantes RF (Radiofrecuencia)
- Crea campos de detección en zonas críticas (puertas, verjas, salidas).
- Al cruzar ese campo, se activa una alarma inmediata y puede bloquearse la puerta.
- De instalación fija y mantenimiento sencillo, ofrece máxima fiabilidad en puntos de paso.
- Perfecta para accesos principales o exteriores donde se requiere una barrera física.
Componentes del control de errantes
Un sistema completo de control de errantes suele incluir:
Tags o pulseras de localización resistentes, antirrotura y de larga duración.
Antenas y controladores interiores y exteriores que captan las señales.
Teclados o sistemas BYPASS para permitir paso autorizado mediante PIN o tarjeta RFID.
Software de gestión que muestra la ubicación, registra eventos y configura alarmas.
Cerraduras magnéticas en accesos para bloqueo automático cuando es necesario.
La integración con otros sistemas del centro como control de accesos o llamada paciente-enfermera amplía las funciones de seguridad, generando respuestas coordinadas ante cualquier intento de fuga.
Beneficios en el día a día
Prevención de fugas: detección y actuación inmediata.
Tranquilidad para familias y personal: reduce la vigilancia constante y mejora la eficiencia.
Movilidad segura: el usuario conserva su independencia sin sentirse limitado.
Eficiencia operativa: alertas inteligentes que evitan sobrecarga de trabajo.
Trazabilidad completa: registro automático de eventos para revisar y mejorar protocolos.
¿Cómo para implantarlo con éxito?
Identificar las zonas críticas del centro y priorizar su cobertura.
Definir los objetivos de seguridad consiguiendo trazabilidad o bloqueo de accesos.
Elegir la tecnología adecuada (BLE o RF) según el entorno.
Capacitar al personal en gestión de alertas y mantenimiento de dispositivos.
Revisar periódicamente baterías, antenas y cierres.
Comunicar el uso del sistema a familias y residentes, como parte del compromiso con su bienestar.
El control de errantes debe implementarse siempre desde el respeto a la dignidad y la libertad personal.
Los dispositivos deben ser no estigmatizantes y usarse como apoyo al cuidado, nunca como restricción. Configurar adecuadamente para minimizar falsas alarmas son claves para mantener la calidad de vida del residente.
