Sistema de llamada táctil
Los centros sociosanitarios y hospitalarios están en un proceso de . Uno de los cambios más visibles en los últimos años es la incorporación del sistema de llamada táctil.
El objetivo es que cada aviso llegue de forma clara, rápida y ordenada, evitando errores y facilitando el trabajo del equipo asistencial. Un gesto que antes era solo una alarma se convierte ahora en información valiosa que puede gestionarse, registrarse y analizarse.
1. Visualización clara y priorización de avisos
Un sistema táctil ofrece en una sola pantalla todos los avisos activos, diferenciando los niveles de urgencia con códigos visuales y sonoros. Esta jerarquización de llamadas permite que el equipo responda primero a lo realmente urgente, sin dejar de atender el resto.
Con ello se reduce el riesgo de colapsos en momentos de alta actividad y se mejora la seguridad de los usuarios.
2. Información centralizada en tiempo real
La terminal táctil actúa como un centro de control. Cada llamada aparece identificada con su origen, tipo de solicitud y estado de respuesta. El personal sabe en todo momento qué ocurre y dónde, lo que elimina desplazamientos innecesarios y confusiones.
Esta centralización favorece una gestión proactiva de los avisos, ya que los profesionales pueden anticiparse a situaciones críticas con información precisa desde el primer segundo.
3. Registro, trazabilidad y transparencia
Una de las grandes ventajas del sistema de llamada táctil es su capacidad para registrar todo el proceso ya sea para saber quién llamó, a qué hora, cuánto se tardó en responder y cómo se resolvió la incidencia.
Estos datos no solo son útiles para auditorías o inspecciones, también son una herramienta estratégica para los equipos directivos. Permiten evaluar la calidad asistencial, detectar puntos de mejora y tomar decisiones basadas en evidencias.
Además, aportan transparencia de cara a las familias, que pueden confiar en que la atención se gestiona con rigor y control.
La trazabilidad no solo beneficia a la gestión interna, también favorece la planificación a futuro. Con los datos generados por el sistema táctil, es posible identificar patrones de llamadas, ajustar turnos de personal en horas críticas y mejorar la distribución de recursos. De esta manera, la tecnología se convierte en una herramienta estratégica para optimizar la organización del centro a medio y largo plazo.
La terminal táctil no es solo un receptor pasivo, sino una plataforma de comunicación interna.
El personal asistencial puede confirmar que una llamada ya está siendo atendida, derivarla a otro profesional o dejarla marcada en seguimiento. Este flujo de información reduce duplicidades, evita que varios trabajadores acudan a la misma incidencia y mejora la coordinación durante los turnos más exigentes.
En un entorno donde el tiempo es limitado y las necesidades son múltiples, esta comunicación digital es un factor que aumenta la eficiencia colectiva.
Dentro de los sistemas de llamada táctiles destacan dos soluciones consolidadas: FLANDES y SIDI BLED.
FLANDES es un sistema robusto, diseñado para entornos con gran carga asistencial. Su terminal táctil permite gestionar múltiples avisos de manera simultánea y ofrece una visualización intuitiva de todas las incidencias en curso. Se integra fácilmente en infraestructuras existentes y garantiza fiabilidad operativa continua, algo clave en centros donde no puede haber fallos.
SIDI BLED, por su parte, combina la terminal táctil con un software de gestión que permite un control completo de llamadas y usuarios. Su versatilidad hace posible configuraciones cableadas o inalámbricas, adaptándose a diferentes instalaciones. Destaca también por su capacidad de trazabilidad avanzada, facilitando la generación de informes detallados para dirección y la supervisión en tiempo real de la actividad del centro.
Ambos sistemas comparten un mismo objetivo que es transformar la llamada en un proceso seguro, organizado y transparente, donde cada profesional tenga la información necesaria para responder de la mejor manera posible.